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Coartación de Aorta en el Paciente Adulto
Hay pacientes con obstrucción severa que desarrollan colaterales abundantes y pasan desapercibidos durante la infancia y la edad adulta. Son diagnosticados cuando les escuchan un soplo cardiaco y/o les detectan hipertensión arterial, con presiones diferentes entre la parte superior e inferior del cuerpo. Casi siempre habrá hipertensión de la parte superior del cuerpo y baja presión en la parte inferior. Esto es causado por la constricción en la aorta, que retarda el flujo sanguíneo a los tejidos de la parte inferior del cuerpo.
Los adultos con coartación de aorta pueden presentar diversidad de síntomas, desde un soplo y presiones divergentes en las partes superior e inferior del cuerpo, hasta presión arterial uniforme con un aneurisma en la zona de la coartación. También puede observarse un pulso retrasado en la parte inferior del cuerpo. Aproximadamente, 7 de cada 10 personas con este defecto, tendrán una válvula aórtica bicúspide, con sólo dos cúspides en vez de tres. Este problema puede contribuir a la obstrucción al flujo de sangre hacia la aorta.
La hipertensión persistente de la parte superior del cuerpo puede traer problemas con el tiempo, incluyendo varias formas de estenosis aórtica, disfunción de la válvula mitral, dilatación del ventrículo izquierdo, y la tendencia a la formación de aneurismas que pueden llevar a derrame cerebral.
Si se sospecha este diagnóstico, el paciente debe ser cuidadosamente examinado mediante electrocardiografía, radiografía del tórax, resonancia magnética nuclear y/o ecocardiografía. En algunos casos, puede ser necesario un cateterismo cardiaco.
80% de los pacientes no tratados con coartación de aorta no sobrevivirán más de 50 años, por eso la importancia de que el paciente sea evaluado y tratado. A los pacientes que se llevan a cirugía, se les remueve la parte estrecha de la aorta uniendo luego los cabos resultantes. A algunos pacientes se les puede colocar un “stent” o hacerles angioplastía con balón, para agrandar la zona estrecha.
Después del tratamiento, el pronóstico suele ser excelente. Puede ser necesario dar antibióticos en condiciones especiales para evitar infecciones (Ej. endocarditis bacteriana). También pueden recibir medicamentos para controlar la hipertensión arterial, la cual, muchas veces persiste después de la corrección de la coartación. El paciente debe controlarse regularmente para monitorizar la presión arterial y buscar la aparición de recoartación (cuando la aorta se vuelve a estrechar). Si la válvula aórtica es bicúspide, debe controlarse por el desarrollo de estenosis y por dilatación de la aorta distal a la válvula aórtica. Algunos pacientes desarrollarán dilatación progresiva de la aorta ascendente, requiriendo reparación quirúrgica. |